Policía Desamparada

Policía desamparada es la evocación de los días de Juan Serafín Álvarez como comisario general de la Policía territoriana del Río Negro. Y es también una mirada en perspectiva de sus padecimientos y desdichas. Pero, sobre todo es un alegato en defensa de esa institución desamparada e incomprendida durante la construcción de nuestra nación.

Álvarez sostiene sus relatos y opiniones con documentos, pero principalmente con sus vivencias.

Tener una buena policía es una cuestión que siempre ha preocupado a todos los pueblos y gobiernos, dice Juan Serafín Álvarez antes de narrar las penurias de esta fuerza pública y la dificultad y las vacilaciones en su relación con la población.

Plantea entonces la necesidad de constituir una garantía amplia y efectiva de la protección de los intereses de la comunidad. Para lograrlo recalca la necesidad de una ley orgánica y reglamentaciones que determinen obligaciones y derechos y la libre del arbitrio azaroso.

El autor hace un llamado a los responsables del gobierno para que impulsen cambios significativos en la estructura policial, promoviendo leyes y normativas que respondan a las verdaderas necesidades de los agentes.

Juan Serafín Álvarez

Juan Serafín Álvarez nació el 3 de junio de 1893, en la localidad bonaerense de Carmen de Areco. Aunque no había nacido en Río Negro, se consideraba un nativo y un vecino más. Sus años al servicio del cuerpo de la policía territoriana le habían dado todos los atributos para sentirse patagónico.

En Viedma formó su familia. Y aquí también luchó por el reconocimiento de la institución y los valores que la tarea del policía conlleva. Su memoria perdura en la Escuela de Cadetes de Policía de la Provincia de Río Negro que se honra con su nombre.

Falleció el 1 de abril de 1993, en Viedma, a pocos días de convertirse en centenario.